Bluestone Leather nació unos meses antes de que el mundo cambiara con la pandemia del COVID, en Guadalajara, Jalisco. En aquel entonces, yo, Rodrigo Montaño, comencé a hacer pequeños tarjeteros y otros artículos de cuero, sin más intención que distraerme durante los largos y difíciles meses de encierro. Nunca imaginé que ese pasatiempo se convertiría en algo más.

Los primeros clientes llegaron casi por casualidad, preguntando cuánto costaban aquellas piezas que elaboraba con mis propias manos en mi pequeño taller. Con cada venta, el dinero volvía a invertirse en más cuero, herramientas y maquinaria, y lo que empezó como un simple escape se transformó en un verdadero emprendimiento.

Hoy, miro atrás y veo el camino recorrido con gratitud. Aquellos días de incertidumbre dieron paso a un sueño hecho realidad, un oficio que disfruto y que sigue creciendo. Bluestone Leather no solo es un negocio, es el testimonio de que, incluso en los tiempos más oscuros, algo hermoso puede nacer.